Por Karla Chacer
En estos días de asueto varios turistas vinieron a nuestra ciudad con motivo de la Semana Santa, también supongo que varios vienen con el fin de ver la Sábana Santa, pues tengo entendido que se encuentra en la ciudad. Y como si fuera cuestión de Fe, la inseguridad y corrupción no fueron el tema durante estos días; pareciera como si esto quedara en pausa o, bueno fuera, no existiera. El resultado es casi el mismo que cuando vino el Papa a Morelia: un solo tema en los medios y una enajenación por parte de un sector considerable de la sociedad.
Mientras tanto, Alfonso Martínez declaró que en este año no se resolvería el problema de los terribles baches que tenemos que evadir para que los autos no se averíen. Pero claro, sí hay presupuesto para los letreros que se mandaron poner en varias partes del centro histórico, con leyendas del tipo: “Fe”, “Alegría”, “Morelia”, etc. Se contó con el presupuesto suficiente para reparar y dar mantenimiento a la zona que conformaría el recorrido del Papa Francisco: se mandaron a pintar fachadas de negocios, se arreglaron los baches, se volvieron a pintar las líneas peatonales y de circulación.
¿Cómo es posible que sólo haya presupuesto cuando se quiere presumir de una imagen que ni siquiera tenemos?

Sólo en el centro histórico podemos ver que sí hay vigilancia que cuida de los turistas, sólo ahí los policías persiguen a los autos que se estacionan en lugares no autorizados. Pareciera que sólo los edificios de la zona en cuestión deben tener mantenimiento y que en periodos vacacionales la seguridad será mayor para los visitantes.
¿Y qué pasa cuando los turistas se van?
No hay industria, no hay muchas ofertas de empleo. Entonces, ¿sólo nos queda dedicarnos al turismo? Porque este parece ser el principal y único objetivo que mantiene al gobierno ocupado. Si no es la Semana Santa, es el día de muertos, la mariposa Monarca, Pueblos Mágicos y ya, es todo lo que representa al estado y lo que lo mantiene. Sin embargo, ¿no podría haber más cosas?
Queda claro que no todos los estudiantes que hay en las universidades, al menos de Morelia, no se están formando en algo que se desenvuelva en el turismo. El destino de estos jóvenes ya lo sabemos: se verán a la obligación de especializarse o laborar en otro
estado o país, pero seamos honestos, solo aquellos que tienen una situación económica casi o del todo buena podrán tener acceso a las becas en el extranjero.
Hay aspectos que deben ser atendidos con urgencia, no por el bien del turismo, sino por nosotros mismos.
“La patria no se hace por dinero y tierra solamente, debe tener características de ideal y progreso.” (José Ingenieros)