Fotografía/ Industria Petrolera Mexicana
Es costumbre que cada 18 de marzo, (como cada fecha histórica del calendario patriótico mexicano creado por los liberales), se recuerde la gesta histórica en la que Lázaro Cárdenas, Presidente patriota decide la expropiación del petróleo, situación a la que tenía que llegarse indefectiblemente, no por la fortuita intervención de la divina providencia, sino porque la organización obrera de petroleros y la estrategia planteada por Vicente Lombardo Toledano, líder de la CTM a la que pertenecía el sindicato de petroleros era la correcta, llevando a los empresarios a un callejón sin salida, porque su última locura fue rechazar la decisión de la Suprema Corte de Justicia que condenaba a los empresarios a pagar 26 millones de pesos a los trabajadores a lo que se opusieron los magnates, acto imposible e ilegal que llevó al Estado Mexicano a expropiarles las empresas y después fundar PEMEX, como empresa del Estado.
El PRI neoliberal y sobre todo Carlos Salinas, Ernesto Zedillo y Peña Nieto son los causantes de la traición a los principios de ese partido, que en un tiempo fue nacionalista, pero que durante el neoliberalismo cambiaron y negaron para entregar el petróleo al extranjero.
Del PAN, Fox y Calderón ni hablamos. Basta decir que despilfarraron la renta petrolera y fueron unos alcahuetes de los empresarios gringos. Cuando Peña Nieto planteó la reforma energética que implicaba la privatización de Pemex, el PAN vociferaba que esa traición “tenía el ADN del PAN”
Pero les falló. El pueblo los mandó al basurero de la historia y decidió que Andrés Manuel López Obrador se encargara del gobierno y del rescate de esa empresa productiva del Estado.
No se puede olvidar que el priismo neoliberal con Peña Nieto quiso aniquilar a Pemex. Por eso el PRI, hoy neoliberal, debiese perder el registro electoral.
Sabemos que el petróleo se agotará pronto. Planteamos que el gobierno, el Instituto Mexicano del Petróleo, la UNAM y el IPN y otros como el Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares (ININ), debieran investigar alternativas energéticas. El gobierno de AMLO ya coloca a Pemex como palanca del desarrollo económico nacional, pero no basta. Es necesario que el Plan Nacional de Desarrollo apunte hacia la recuperación del sector público y de las empresas del Estado “PEMEX, CFE, comunicaciones y telecomunicaciones; transportes; desarrollo del campo; la minería; la pesca; la industria pesada” y elaborar un Plan industrial, pues desarrollar las fuerzas productivas es vital. Impostergable.
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