Vaticano.- En la Plaza de los Protomártires Romanos de la Ciudad del Vaticano, el Papa Francisco lideró una oración ecuménica el 11 de octubre, junto a delegados de diversas Iglesias cristianas. Esta celebración tuvo lugar en un sitio tradicionalmente asociado al martirio del Apóstol Pedro.
Durante su homilía, el Papa instó a los cristianos a dar testimonio de unidad y a enfocarse en su “misión común”. La vigilia de oración fue organizada por la Comunidad de Taizé y se llevó a cabo simultáneamente en 80 lugares alrededor del mundo.
La fecha elegida también conmemoró el aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II en 1962, un evento significativo para la unidad de los cristianos.
En su homilía, el Papa recordó que “cuanto más cerca estén los cristianos de Cristo, más cerca están entre sí”, enfatizando la conexión entre ecumenismo y sinodalidad.
Francisco subrayó que la unidad es un proceso que requiere acogida y colaboración, y que el verdadero protagonista de este camino es el Espíritu Santo, concluyó señalando que la unidad “madura con el movimiento” y crece a través del servicio mutuo y el diálogo entre todos los cristianos “La unión entre los cristianos crece y madura en la común peregrinación al ritmo de Dios, como los peregrinos de Emaús acompañados por Jesús resucitado”.








