Cuba. – Sandro Castro, nieto del líder revolucionario Fidel Castro, ha generado una fuerte controversia en Cuba por su actividad como influencer en redes sociales, donde se presenta bajo el personaje “Vampirach”. Sus videos, que combinan humor simplón con críticas veladas a la difícil situación del país, han causado reacciones encontradas entre los cubanos: mientras algunos lo celebran, otros lo consideran una burla a la crisis que atraviesa la isla.
Disfrazado de monje, vampiro o maquillado como gato, Sandro ironiza sobre la escasez de alimentos, los apagones y el deterioro social. En uno de sus videos, bromea sobre preparar “pollo a la cerveza”, pero muestra que no hay pollo. En otro, se sumerge en un tinaco con una bandera de EE. UU. como si fuera una piscina. También juega con frases que hacen alusión a los apagones eléctricos, lo que ha irritado a sectores afines al gobierno cubano.
Críticos como el escritor oficialista Ernesto Limia lo han calificado de “imbécil” que “no respeta la memoria de su abuelo”. Otros, como el influencer progubernamental El Necio, cuestionan por qué no ha sido llamado a declarar por las autoridades, cuando muchos opositores enfrentan cargos por menos.
Sandro ya había sido objeto de críticas en 2021, tras viralizarse un video donde conducía un Mercedes-Benz y decía: “Nosotros somos sencillos, pero de vez en cuando hay que sacar estos juguetitos”. En 2024, volvió a causar revuelo al celebrar su cumpleaños en su bar “EFE” justo después de un apagón masivo, lo que fue visto como una muestra de privilegio.
Para opositores como Manuel Cuesta Morúa, su figura representa el alejamiento de la nueva generación Castro de los ideales revolucionarios. “La familia goza de privilegios, pero lo hace de manera discreta. Sandro es la excepción, su vulgaridad es pública”, señaló.
Aunque sin participación política, Sandro Castro ha puesto bajo la lupa a la familia del expresidente cubano, desatando una discusión sobre poder, privilegio y decadencia en la Cuba actual.