El Vaticano. – Miles de personas, entre creyentes y no creyentes, se congregaron este sábado en Roma para despedir al papa Francisco, fallecido pocos días después de oficiar su última misa de Pascua. La ceremonia fúnebre, que inició en la Plaza de San Pedro y concluyó en la basílica de Santa María la Mayor, fue presidida por el cardenal Giovanni Battista Re y reunió a líderes de más de 160 países, incluidos Donald Trump, Volodímir Zelenski, Emmanuel Macron y los reyes de España.
En un ambiente de recogimiento y emoción, el Vaticano estimó la asistencia en más de 200.000 personas. Francisco fue recordado como el papa que sacó la Iglesia a la calle, cercano a los marginados, refugiados y pobres, y defensor de una “Iglesia hospital de campaña” frente a la cultura del descarte.
El féretro recorrió el corazón de Roma en papamóvil, permitiendo a la multitud despedirse del pontífice antes de su inhumación en un nicho de la basílica liberiana. El funeral, sencillo y solemne, respetó los deseos del papa argentino, quien pidió ser enterrado “con dignidad, pero como todos los cristianos”.
La despedida del primer papa latinoamericano se convirtió también en un símbolo de unidad global, con una misa marcada por la fraternidad, la misericordia y el compromiso con la paz. Francisco descansa ahora bajo una losa de mármol en la tierra de sus raíces italianas, como el pontífice que vino “del fin del mundo” para construir una Iglesia de todos.