Fotografía:Internet
México.-La violencia contra las mujeres en México es un problema que todo el mundo dice percibir. Nadie es ajeno al drama diario que deja 10 víctimas mortales de promedio por culpa del machismo. Por no hablar de las violaciones, que el Instituto Nacional de Estadística calcula en cientos de miles al año.
Nada ha cambiado mucho al respecto, opinan los ciudadanos: el 68% considera que la violencia de género ha aumentado notablemente este último año y un porcentaje similar (62%) cree que la actitud del presidente, Andrés Manuel López Obrador, frente a los movimientos feministas no está siendo la adecuada.
Este es el sentir de la población en vísperas del 8-M, una fecha que en México relega otros asuntos relacionados con la igualdad para combatir en la calle el que consideran prioritario: la violencia que se ejerce contra las mujeres. Una encuesta telefónica elaborada el 4 y 5 de este mes por la empresa Simo (Sistemas de Inteligencia en Mercados y Opinión) para El País evidencia el malestar de la ciudadanía en este aspecto, un problema del que aún son más conscientes las mujeres que los hombres.
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Unos y otras consideran que la violencia machista es inaceptable, pero la raíz de este problema y sus consecuencias no están del todo claras entre la población si se tienen en cuenta algunas de las respuestas que ofrecen. Casi un 30% de las mujeres opina todavía que si un hombre maltrata continuamente a su pareja la culpa es de ella por permitirlo. La percepción de que la mujer es libre para huir del maltrato está todavía arraigada. Al menos, la inmensa mayoría rechaza la idea de que la mujer se merece ese maltrato.
Los datos indican que hay mucho camino por delante, pero algunos aspectos van calando: el 71% de los consultados sabe que la pobreza no es el factor determinante para el desarrollo de la violencia, aunque este sea el mensaje que han oído en ocasiones a su presidente, que gusta relacionar ambos problemas. Sin embargo, casi la mitad de la población sitúa el alcohol y las drogas como desencadenante del maltrato. Muchas veces van juntos, sí, pero los expertos saben que la violencia contra la mujer es algo transversal que responde a motivaciones ancestrales de las que las sociedades modernas no se han deshecho todavía. Lo que ha sido bautizado con una palabra: patriarcado.
Los ciudadanos son conscientes de que la desigualdad es evidente en muchos aspectos de la vida. La notan en las posibilidades laborales, donde las mujeres (en un 57%) se saben discriminadas; en el acceso a los servicios de salud, en las oportunidades de que la justicia condene los delitos (el 55% de las consultadas notan esa desigualdad); el 38% de las mujeres también siente que ellos tienen más ventajas para tomar decisiones sobre su cuerpo.
Fuente: El País