Guadalajara, Jalisco.-“¿Cerrazón de (Enrique) Alfaro?”, ironizó Alberto Uribe, el aún Alcalde de Tlajomulco, al hacer pública su salida del proyecto de Movimiento Ciudadano (MC) para integrarse como coordinador de Jalisco del proyecto presidencial de Andrés Manuel López Obrador.
Tanto la participación de MC en la alianza “Por México al Frente”, con Ricardo Anaya a la cabeza, como el desgaste que ya mantenía con el precandidato a la Gubernatura, Enrique Alfaro, fueron los dos factores -públicos- que acusó Uribe para trabajar por el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA).
En más de una ocasión, las palabras de Uribe se encaminaron a criticar un proyecto centralizado en Alfaro y su fuerte personalidad. Confesó que tenía más posibilidad de ser escuchado a nivel nacional que en lo local.
También, anticipó una confrontación con una parte de los burócratas de la Administración Municipal que encabeza ya que, reveló, hay servidores públicos que participan en ésta por responder a cercanías en la estructura de MC.
“A veces tienes que llevar funcionarios recomendados”, señaló, acompañado por Marcelo Ebrard, coordinador territorial de Morena, “tengo claridad de cómo va a reaccionar este equipo.
“No me interesa tener un respaldo de la burocracia del Municipio, me interesa tener un respaldo de los mejores del y de eso no tengo duda: los que tienen convicciones están conmigo”.
Cuestionado sobre el capital político personal, Uribe subrayó el trabajo propio y que a partir de éste, podía decidir sobre su propio destino político.
“Entiendo que soy dueño de mi carta, entiendo que gané la elección yo, entiendo que tengo el mejor gobierno evaluado del Área Metropolitana de Guadalajara”, manifestó.
Posteriormente, aunque reconoció que la relación con el grupo de Alfaro quedó “lastimada”, matizó que en la parte personal, se aleja sin conflicto.
“Son mis amigos (el grupo de Alfaro), pero al final, soy un convencido de que la política del ‘compadrismo’ y del ‘amiguismo’ es lo que le hace daño a este País. No estoy buscando mantenerme por amistad, quiero aportar algo diferente y creo que tengo derecho a intentar hacerlo, tenía muchos días pensando en ayudar al Andrés Manuel”, sostuvo.
“No tengo nada personal contra nadie de ellos, al contrario, tengo reconocimiento, respeto. Pero yo soy una personalidad, Enrique es otra y no es un asunto de egos, es un asunto de visiones”.
Desde el año 2012, Uribe ya había sido invitado para trabajar a nivel nacional. En tal fecha se había previsto su incorporación al Gobierno de la Ciudad de México, como parte del equipo de Miguel Ángel Mancera.
Las ausencias
En noviembre de 2017, López Obrador directamente nombró a Carlos Lomelí, actual precandidato único de MORENA para la Gubernatura de Jalisco, como su representante en Jalisco, bajo la denominación de “coordinador de organización”.
Este jueves, en el anuncio de la incorporación de Uribe, Lomelí no se encontraba presente. Por su parte, en varios momentos, Uribe evitó comprometerse con el apoyo a la candidatura del también empresario.
Enfocando su discurso en el proyecto nacional, sólo señaló que “supondría” que trabajarían juntos; sin embargo, reconoció que no han sostenido ningún encuentro y que será hasta este domingo 11 de febrero cuando López Obrador cierre la precampaña presidencial en Guadalajara, que tendrán su primer acercamiento.
“Yo no soy coordinador de Carlos (Lomelí), él tiene que hacer la chamba para ganar la Gubernatura”, dijo.
A pregunta expresa, Uribe rechazó que existan reservas al interior del Movimiento de Regeneración, en la estructura que ya se había conformado a nivel local.
“Son sumas, eso fuera cierto si el mundo de los egos fuera superior. Lo que estamos planteando aquí es completamente diferente, lo que estamos planteando es cómo sumamos, como podemos ganar la elección en Jalisco o que podamos empatarla”, indicó.
“Ésta es la idea, la gente de MORENA debe de estar contenta porque lo que les interesa a ellos no es manejar, y además yo no vengo a pelearles ninguna posición, ni ninguna diputación, ni ninguna candidatura, vengo a sumar al proyecto federal, al proyecto nacional, desde lo que yo pueda hacer”.
El contexto
La participación de Uribe como personaje central del equipo político de Alfaro inició hace casi ocho años. En febrero de 2010, Alfaro rompió relaciones públicamente con el líder moral de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Raúl Padilla, por una pretendida intención de imponerle cuotas en su entonces Alcaldía de Tlajomulco.
A partir de ahí Uribe, quien provenía precisamente del grupo universitario, también se decantó por Alfaro, posicionándose en el compacto grupo integrado también por Ismael del Toro, Clemente Castañeda y Hugo Luna.
La fuerza de Uribe fue tal que luego de que Alfaro solicitó licencia para contender por la Gubernatura en 2012, le sucedió como Presidente interino; continuó en la siguiente Administración –también emecista- como Secretario General y para la elección del año 2015, abanderó a MC para la Presidencia Municipal de Tlajomulco.
Este último movimiento significó que Salvador Zamora, ex diputado local, se contuviera de participar como Munícipe, por segunda ocasión. Sin embargo para el presente proceso electoral, a Zamora finalmente se le concedió la precandidatura -única- para Tlajomulco, el Municipio emblema de MC. Desde meses atrás, Uribe había manifestado su intención de reelegirse como Alcalde o participar para Guadalajara; sin embargo se le asignó la coordinación de campaña de Alfaro.
El 28 de febrero Uribe hará efectiva su licencia al cargo de Presidente Municipal; adelantó que no contenderá por ningún cargo público.