Por Redacción Expresso
Ciudad de México a 6 de mayo de 2016.-Investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) descubrieron bajo la Plaza de la Luna, en Teotihuacán, un centro cósmico en cuyo interior se hallan estelas lisas de piedra verde, conductos que marcan al centro de este espacio los rumbos del Universo y una serie de horadaciones que contenían cantos de río: un código simbólico que los antiguos teotihuacanos elaboraron en las primeras fases de la urbe, hace mil 900 años.
Durante las primeras exploraciones al sitio, Verónica Ortega Cabrera, directora del proyecto de investigación, destacó que el hallazgo remite “a un nuevo ombligo de la ciudad, frente a un nuevo centro cósmico”.
Verónica Ortega investiga el corazón de la Plaza de la Luna, un sector de suma importancia dentro de la antigua metrópoli, en el que desemboca, al norte, la calzada de los Muertos, el gran eje del espacio sagrado de la gran ciudad del Altiplano Central.
A partir de pozos de sondeo realizados en la Estructura A y en la parte central de la Plaza de la Luna, más los resultados de estudios del subsuelo obtenidos con base en el uso de radar de penetración terrestre, los arqueólogos han comenzado a reconocer una serie de alteraciones hechas por los teotihuacanos, que daba a esta área una imagen muy distinta a la que hoy se observa: la de una plaza delimitada por 13 basamentos y la Pirámide de la Luna, arquitectura que fue levantada en las fases finales de Teotihuacán (350-550 d.C.).
“La Plaza de la Luna no era como la vemos actualmente. Estaba llena de hoyos, canales, estelas, los edificios quedaban mucho más retirados, y la Pirámide de la Luna era de menores dimensiones”, explicó la arqueóloga. “El tepetate que conforma la superficie de la Plaza de la Luna fue modificado”. Semejante a la cara de un queso gruyer, añadió, “se han identificado más de 400 oquedades usadas a lo largo de cinco siglos, pequeños hoyos de 20-25 centímetros de diámetro y cuyas profundidades oscilan los 30 centímetros; éstos se hallan en toda la extensión de la plaza, aunque se concentran más en ciertas áreas. En muchos de ellos había piedras de río, traídas de otro lugar.
Fuente: cronica.com