Es muy frecuente que durante las campañas electorales escuchemos todo tipo de propuestas, por no decir promesas, desde la instalación de servicios básicos como vialidades, electrificación, agua potable, insumos paras las viviendas hasta aquellas grandes políticas como acabar con la pobreza, aumentar el empleo o brindar mayor seguridad a los ciudadanos.
Sin embargo, así como es de diversa la gama de temas que tocan los candidatos a los puestos de elección popular de igual forma son las estrategias para llegar a cumplir tales cometidos; en este sentido, a menos de ocho días de que arribe el nuevo gobierno del estado encabezado por Silvano Aureoles Conejo ya se inició la reestructuración del estado, por lo menos de las dependencias operativas del gobierno.
Más allá de regresar al debate desgastado de si es posible que se otorguen las 300 mil becas salarios que se prometieron durante la campaña o la generación de miles de empleos para reactivar la economía de los michoacanos, es trascendental esta reforma a las Secretarías de Estado.
Y es que con el aval del nuevo gobierno, este lunes se conoció que la administración saliente de Salvador Jara Guerrero habría enviado la iniciativa del presupuesto de egresos para el año 2016 al Congreso Local, en pocas palabras: cuánto estaría gastando cada una de las dependencias gubernamentales el año que viene.
Esta propuesta de reformar las instituciones promete también ser la salida para evitar la duplicidad de funciones y disminuir el gasto corriente de las dependencias, lo que implicaría que serán menos recursos invertidos en operación y una mayor inversión directa en programas de beneficio para la ciudadanía, situación que también se anticipa esté acompañada de un recorte en el personal que labora en las dependencias de gobierno y en “gastos hormiga”.
Esta situación es fundamental porque de cierta manera allana el camino para el Nuevo Comienzo, es decir, facilita la situación para los funcionarios que llegarán seguramente con muchas ganas de trabajar y de mejorar las condiciones en las que se encuentra Michoacán; además, avanza también en la implementación de futuras políticas con el otorgamiento de presupuesto para las nuevas supersecretarías que estarán operando hasta el 2021 y que serán las encargadas de brindar los marcos normativos para que se operen los programas estatales.
La chamba como quien dice, está avanzada pero será fundamental que con la misma operatividad política se comiencen a trabajar los programas que promoverán el desarrollo de aquellas áreas indispensables para la recuperación económica y social de los municipios del estado.
Faltaría aún las puntualizaciones sobre los programas estratégicos que serían impulsados durante la administración del perredista y los grandes proyectos que se impulsarán para reactivar los mecanismos de generación de la riqueza en el estado.
Faltarían también conocer sin duda alguna quiénes serán los titulares de las dependencias y cuál es su trayectoria y experiencia en el tema, porque al final las instituciones también son personas.
Apunte: Los presidentes municipales que recién llegaron el primero de septiembre, ni vistos ni oídos ¿será que están aún tratando de entender cuál es el megaproyecto que estarán impulsando?
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