Los smartphones se han vuelto herramientas indispensables en nuestro día a día. Ya no solo cumplen la función de llamar y recibir llamadas, por el contrario nos ayudan a realizar una innumerable cantidad de operaciones.
Sin embargo, debido al gran uso que les demos, con el pasar de los días el rendimiento de los equipos va bajando y muchas veces termina trayendo más dolores de cabeza que otra cosa.
Los principales problemas que muchos usuarios experimentan son: reducción de la duración de la batería, poco espacio de almacenamiento, lentitud en el equipo y problemas con el consumo de datos móviles.
Por ello, a continuación te presentamos las formas para optimizar el rendimiento de tu smartphone y ayudarte a que funcione de manera óptima por más tiempo. Los consejos han sido tomados del último informe de rendimiento y tendencias de Avast, sobre aplicaciones para Android.
- Recargarla por completo hace necesario el uso de un mayor número de los llamados ciclos de carga, lo cual a la larga no es bueno. Por eso, lo recomendable es dejarlas
- No es recomendable cargar las baterías de nuestros dispositivos hasta un 100% de su capacidad. De hecho, los expertos recomiendan hacerlo hasta un 80% o 90%. Si no puedes evitarlo, procura que tu móvil no permanezca conectadas tras alcanzar la carga completa, pues se producen unos ‘mini-ciclos’ de carga que merman su vida útil.
- Recalibrar la batería, los fabricantes recomiendan un sencillo truco: realizar una descarga completa cada mes.
- Tipo de cargador que utilizamos. Usar uno cualquiera no sólo contribuye a reducir la vida útil de las baterías, sino que además puede ser peligroso. Una batería que se conecta a un cargador inadecuado puede sobrecalentarse e incluso incendiarse.
- Consejos de uso desfasados. Al comprar un móvil muevo, algunos vendedores recomiendan cargar por completo la batería antes de utilizarlo por primera vez. En las baterías actuales, la primera carga es igual a cualquiera de las siguientes.
- Bajar el brillo de tu pantalla. La pantalla del teléfono es el componente que más energía consume y cuanto más brillante sea, más gasta. Establece un intervalo de tiempo breve para oscurecer la pantalla cuando no se esté usando. Si el tiempo de espera es muy corto, puede que tengas que tocar la pantalla periódicamente para evitar que se agote el tiempo de espera mientras lees el contenido.
- Reduce la frecuencia de las actualizaciones de la aplicación y sincronizaciones. Por ejemplo, configura tus aplicaciones de medios sociales para actualizar de forma manual en lugar de automáticamente, para que no estén funcionando constantemente de fondo, o mientras no se esté utilizando el teléfono en absoluto. ICloud de Apple también se sincroniza con frecuencia, y se debe apagar cuando no lo necesitas.
- Elimina los widgets y animaciones innecesarias. En muchos teléfonos, las campanas y silbidos (avisos de entrada de mensaje) en la pantalla principal pueden utilizar recursos importantes, sobre todo si vas a actualizar noticias o el tiempo con frecuencia, o usar animaciones donde una imagen estática sería suficiente.
- Desactiva Bluetooth, Wi-Fi y GPS cuando no los uses. Cada receptor o transmisor en el teléfono utiliza energía, incluso cuando no está conectado, y las opciones Bluetooth y Wi-Fi periódicamente buscan dispositivos, agotando la carga de la batería aún más. Algunos smartphones incluyen un widget que te permite activar o desactivar estas antenas cuando no son necesarios.
- Utiliza el protector de la batería o el modo de ahorro de energía si el sistema operativo del teléfono los tiene. Estas funciones te permiten controlar automáticamente las prestaciones que consumen más, incluyendo aplicaciones en funcionamiento constante, widgets, animaciones y brillo de la pantalla.
Fuente: lopezdoriga.com