México. – Aunque el agua de lluvia en su forma pura es limpia, en realidad puede contener contaminantes peligrosos como plomo, mercurio, arsénico y microorganismos, advierte la UNAM. Estos contaminantes, arrastrados desde la atmósfera, pueden causar daños a la salud si hay contacto prolongado o se almacena sin tratar.
En países como Perú, las autoridades sanitarias han reportado que el contacto con agua empozada tras lluvias o inundaciones puede causar infecciones cutáneas, como dermatitis, sarna e infecciones por hongos.
Además, el agua de lluvia no hidrata la piel; al contrario, puede resecarla e incluso afectar el cabello. Por ello, expertos recomiendan asearse de inmediato al mojarse bajo la lluvia, usando limpiadores suaves y cremas humectantes.
En México, gran parte del agua de lluvia se desperdicia al irse al drenaje, ya que no existen sistemas adecuados para su captación y filtrado. Solo alrededor del 6% se infiltra en los mantos acuíferos.
La UNAM subraya que, por ahora, el agua de lluvia no es apta para consumo humano y representa riesgos si no se maneja adecuadamente.