Mundo. – Un equipo de astrónomos estadounidenses y británicos ha detectado indicios prometedores de vida en el exoplaneta K2-18b, ubicado a más de 120 años luz de la Tierra. El hallazgo, aunque aún necesita ser confirmado, muestra señales en la atmósfera del planeta que podrían sugerir la presencia de organismos vivos, lo que representa uno de los descubrimientos más alentadores hasta ahora en la búsqueda de vida fuera del sistema solar.
El descubrimiento renueva el eterno cuestionamiento sobre la existencia de vida extraterrestre, en un universo con más de 100 mil millones de estrellas y posiblemente aún más planetas solo en la Vía Láctea. Esta incógnita fue formulada en 1950 por el físico Enrico Fermi, dando origen a la Paradoja de Fermi, que cuestiona por qué no hemos tenido contacto con vida inteligente si el universo es tan vasto y antiguo.
Las teorías sobre “el gran silencio” son muchas, desde la posibilidad de que no haya nadie más, hasta hipótesis como el “zoo galáctico” —que plantea que civilizaciones avanzadas nos observan sin intervenir— o el “bosque oscuro”, donde todas se ocultan por miedo a ser destruidas.
A pesar del misterio, una encuesta publicada en Nature Astronomy revela que el 87 por ciento de los científicos cree en la existencia de vida básica en el universo y el 67% en civilizaciones inteligentes. Sin embargo, como advierte Jason Wright, director del Centro de Inteligencia Extraterrestre de la Universidad Estatal de Pensilvania, todas las teorías asumen que otras civilizaciones piensan como los humanos.
Mientras tanto, el hallazgo en K2-18b alimenta la esperanza de que no estamos solos, y marca un nuevo paso hacia la resolución del mayor enigma del cosmos.