Mundo. – La influenza, una enfermedad infecciosa altamente contagiosa que circula globalmente, puede ser transmitida de persona a persona, según la Clínica de Cleveland. El contagio puede comenzar incluso antes de que los síntomas sean evidentes, generando inquietudes sobre cuánto tiempo es posible transmitir el virus.
Una persona que contrae la influenza suele comenzar a mostrar síntomas clásicos, como fiebre, escalofríos, tos y dolor de cabeza, aproximadamente dos días después de la infección. Sin embargo, en algunos casos, los síntomas pueden tardar hasta cuatro días en aparecer. Durante este período, el individuo puede ser contagioso.
“El contagio puede empezar alrededor de un día antes de que los síntomas sean evidentes, lo que significa que uno puede propagar el virus antes de saber que está enfermo”, explica el Dr. Sherif Mossad de la Clínica de Cleveland. Según el especialista, la persona es más contagiosa durante los primeros tres o cuatro días después de que comienzan los síntomas, y el virus puede seguir siendo transmitido hasta una semana después.
Los niños y los adultos con sistemas inmunológicos comprometidos pueden ser contagiosos por más tiempo. “Es importante mantener la distancia de los demás durante varios días después de enfermarse”, añade Mossad.
La influenza se transmite principalmente a través de “gotitas” que se liberan al toser, estornudar o hablar. La enfermedad puede propagarse rápidamente en lugares concurridos como oficinas o escuelas. Las personas infectadas pueden contagiar a quienes se encuentren a menos de dos metros de distancia, incluso si no muestran síntomas.
El Dr. Mossad recomienda permanecer en casa hasta 24 horas después de que la fiebre haya desaparecido sin el uso de medicamentos para reducirla. Si la fiebre supera los 38 grados Celsius en adultos o 37.5 en niños, o si hay síntomas como tos persistente o dificultad para respirar, se debe continuar en aislamiento.
Para prevenir la influenza, es crucial lavarse las manos con frecuencia, especialmente en las siguientes situaciones:
– Antes y después de estar en contacto con una persona enferma.
– Después de sonarse la nariz, toser o estornudar.
– Al regresar a casa después de estar fuera.
– Antes de comer o preparar alimentos.
El lavado debe durar al menos 20 segundos con agua y jabón. En ausencia de estos, se recomienda usar desinfectante de manos a base de alcohol. Además, se sugiere evitar el contacto cercano con personas enfermas, no tocarse la cara con las manos no lavadas, y mantener una dieta equilibrada, hacer ejercicio y descansar adecuadamente. El Dr. Mossad también aconseja considerar suplementos de vitamina D bajo la orientación de un médico.
Para protegerse durante la temporada de influenza, que generalmente va de octubre a mayo, la Clínica de Cleveland sugiere también la vacunación. En México, se vacuna contra la influenza estacional a niños de 6 meses a 59 meses con dos dosis, seguidas de una dosis anual. La vacuna también se aplica a niños y adolescentes de 5 a 18 años con factores de riesgo.
Finalmente, se recomienda contactar a un proveedor de atención médica al inicio de los síntomas y mantenerse en casa para evitar propagar los gérmenes, concluye la Clínica de Cleveland.