México. – La temporada de tornados en México ha comenzado, con actividad que inicia en marzo y alcanza su punto máximo en mayo, cuando la frecuencia de estos fenómenos aumenta. Según José Francisco León Cruz, investigador de la UNAM, un tornado es una columna de aire que gira violentamente, formada en condiciones de tormentas severas.
Existen dos tipos de tornados en México: los de supercelda, de gran tamaño y destructivos, y los de no supercelda, más pequeños y con menor intensidad. Aunque los de no supercelda son más comunes, también pueden causar daños importantes.
Las zonas más propensas a estos fenómenos incluyen el Eje Volcánico Transversal, que abarca varios estados del centro y occidente de México, y el noroeste del país, donde se han registrado los tornados más intensos. Tornados significativos han ocurrido en Ciudad Acuña (2015) y Piedras Negras (2007), que dejaron muertos y cientos de heridos.
León Cruz recomendó estar informado sobre alertas meteorológicas y conocer un refugio seguro antes, durante y después del tornado. A pesar de los avances en meteorología, la formación de tornados sigue siendo impredecible, aunque las condiciones atmosféricas pueden indicar su probabilidad.
En cuanto al cambio climático, el especialista destacó que, aunque no se ha confirmado su impacto directo en la frecuencia de tornados, se ha observado un aumento en su número en las últimas dos décadas. León Cruz trabaja en un proyecto para analizar cómo el cambio climático podría estar afectando estos fenómenos.