El comisionado político nacional del PRD, Eloí Vázquez López, considera que los recientes hechos que envuelven al ex presidente Nicolás Sarkozy, nos causan extrañeza porque en nuestro país estamos acostumbrados a que se conduzcan con tal impunidad, que inclusive el erario público continúa manteniendo una pensión vitalicia para nuestros ex presidentes y sus familias.
Interrogado por tráfico de influencias, Sarkozy se encuentra declarando en la sede de la brigada anticorrupción de la policía judicial de Nanterre, cerca de París, invariablemente se nos vienen a la cabeza todos los casos que conocemos y los que suponemos que sucedieron y suceden del período de Miguel Alemán Valdés hasta lo que va del de Enrique Peña Nieto, y aunque unos han sido más escandalosos que otros en su paso por el máximo cargo de la Nación, todos han incurrido en el concepto de tráfico de influencias por el que detuvieron al francés.
Inclusive, para ejemplificar el símil con un caso reciente, recae en él la sospecha de financiación ilegal, a nosotros nos acaba de suceder en el 2012, y aunque está plenamente documentado el financiamiento ilícito en que incurrió el candidato del PRI, Enrique Peña Nieto, el órgano electoral lo exculpó y no sucedió nada.
Este tipo de casos debería de hacernos reflexionar, aunque se deben de guardar las comparaciones, la investigación vincula al ex presidente Nicolas Sarkozy con un supuesto financiamiento por parte del régimen libio de Muamar el Gadafi, durante la campaña electoral en 2007, y otra por el presunto dinero opaco que habría recibido Sarkozy de la multimillonaria dueña del grupo cosmético L’Oréal, Liliane Bettencourt, para financiar su llegada a la presidencia francesa. En nuestro país los financiamientos ilícitos se dan por parte de los poderes fácticos por ejemplo a través de Monex y por los organismos del sector público (PEMEX, y las Secretarías de Estado a través de programas sociales clientelares), son los encargados de aportar los fondos e inclusive el recurso material y humano para el “Señor candidato”, algo inherente a sus campañas políticas.
También es destacable y comparable que el magistrado Gilbert Azibert, se informaba con consejeros del Tribunal Supremo sobre la marcha de la instrucción acerca de si el expresidente había recibido dinero para su campaña de 2007 de la millonaria Liliane Bettencourt, y luego transmitía a su abogado Thierry Herzog, quien le comunicaba a Sarkozy a través de teléfono móvil, cuya línea la utilizaban ambos expresamente para esas conversaciones, inclusive una de ellas utilizó de forma fraudulenta el nombre de un conocido del abogado, ante la sospecha de que los jueces les habían intervenido sus teléfonos. ¿Cuántas veces hemos escuchado de casos similares en nuestro país a distintos niveles de gobierno?
Por último, Eloí Vázquez, destacó que ante lo que sucede actualmente con el ex presidente Sarkozy, vale la pena reflexionar sobre los vicios, y la debilidad que presenta nuestro sistema político, donde prácticamente quienes ostentan el poder se mantienen intocables e impunes, y así mismo, trascienden sexenios y hasta diferentes partidos al frente de las administraciones.