Recaló bastante la carta titulada “Bendito Coraje” del Presidente Andrés Manuel López Obrador como respuesta a la misiva que lanzaron distintos escritores, periodistas y políticos en la cual hacen un llamado a todos los partidos de oposición a formar un bloque que permita ser un contrapeso a lo que llamaron una “demolición del Estado” por parte del Presidente, la Coalición que lo acompaña y el clima “de asfixia del pluralismo de la representación en aras de someter al Poder Legislativo a los dictados del Ejecutivo”.
En principio, porque al contrario de sus marginales predicciones, lo que pudiera haber sido un enfado por parte del titular del Ejecutivo Federal, fue una nueva oportunidad de regresar a sus conferencias matutinas a responder políticamente por alusiones personales a la carta mencionada, además celebró que fueran ellos mismos, “los intelectuales”, los que se hayan desenmascarado, aquellos que rehuían al argumento de la cómoda imparcialidad se posicionan ahora del otro lado, el del antiguo régimen cosa que no sorprende a muchos.
Incluso, dicho desplegado pone en evidencia una vez más como los argumentos de la polarización van perdiendo cada día más peso, ya que estos son los principales impulsores de esta, tal y como los que señalan al sol para mirarse el dedo, acusan al presidente un día sí y el otro también de polarizar el ambiente político de México, mientras ellos llaman a conformar un bloque opositor, del bueno, democrático y antiguo régimen contra el autoritario, malo y nuevo régimen.
Te puede interesar: La guerra mediática entre cárteles: ¿Gobierno Federal en fuego cruzado? – Opinión de Joel Alejandro Arellano Torres
Hasta ahora ha sido normal como al pasar hacia a la mitad del sexenio, los intelectuales orgánicos del antiguo régimen sientan inestabilidad en el sistema que ayudaron a crear, la llamada época de transición democrática, la formación de co-gobiernos, los pactos y concertacesiones que afianzaron en su momento sus privilegios en la corte política e intelectual se tambalean conforme el nuevo régimen va tomando forma.
En sus apelaciones al sistema democrático que dicen defender, aseguran querer recuperar el pluralismo político y el equilibrio de poderes para poder corregir el rumbo, sin embargo, como las moscas que no ven el cristal, pero reconocen la ventana; desestiman que ese pluralismo aducido por ellos fue desechado por la misma sociedad, a la cual creen inepta, mediante las urnas dentro del sistema electoral que ellos mismos ayudaron a conformar, es decir, desestiman sus propias creaciones cuando estas no son convenientes a sus intereses, en su pensamiento existe el pluralismo solo si gobierna el PRI o el PAN, autoritarismo si la mayoría la tiene Morena.
Afortunadamente a diferencia de los intelectuales del antiguo régimen, la sociedad en México sí cree en la democracia, prueba de ello es el resultado del 2018, ¿por qué no? los firmantes del mencionado desplegado de verdad se organizan, bajan sus plumas, cesan sus críticas, y lanzan sus candidaturas para recuperar el pluralismo del que tanto gozaron a expensas del mexicano y se dejan de arengas ociosas.
Las opiniones vertidas en las columnas son de exclusiva responsabilidad de quienes las suscriben y no representan necesariamente el pensamiento ni la línea editorial de Monitor Expresso