Por Redacción Monitor Expresso
Ciudad de México a 2 de agosto de 2016.-Bantú era un gorila con problemas en el hígado y sobrepeso, por lo que no se le debía administrar la anestesia que le provocó la muerte.
Con los estudios histopatológicos realizados a los restos de Bantú se llegó a la conclusión que los cuidadores no debían administrarle la anestesia por problemas de salud que tenía.
En el estudio se encontró que el gorila tenía crecimiento anormal de las arterias y del corazón; así como problemas en el hígado y estaba pasado de peso.
Por tal motivo se afirma que Bantú no tenía un control médico aceptable, pues los veterinarios tuvieron que prohibir la aplicación de la anestesia.
Recordemos que los peritos patólogos aseguran que se administró la anestesia conforme lo indican los protocolos internacionales y que fue adecuado.
Dentro de la anestesia se aplicaron dos dosis de medetomidina a Bantú, a pesar de que el protocolo solo permite una. Además, aplicaron mayor cantidad de otras sustancias como ketamina y tiletamina/zolacepam.
El estudio fue realizado por la Universidad Nacional Autónoma de México, a petición de la Dirección General de Zoológicos y Vida Silvestre de la Secretaría de Medio Ambiente de la Ciudad de México.
Fuente: LopezDoriga.com