Por Redacción Monitor Expresso
Ciudad de México a 02 de agosto del 2016.-El cardenal Norberto Rivera Carrera, aparentemente publicó en el portal ‘Desde la fe’, su opinión sobre el matrimonio igualitario. El texto fue severamente criticado por miles de cibernautas y a las pocas horas se convirtió en tendencia en Twitter por la manera en la que se trató el tema y es que se aseguró que el cuerpo no estaba diseñado para la relación homosexual.
“La mujer tiene una cavidad especialmente preparada para la relación sexual que se lubrica para facilitar la penetración, resiste la fricción, segrega sustancias que protegen al cuerpo femenino de posibles infecciones presentes en el semen”, señalaba la publicación.
“En cambio, el ano del hombre no está diseñado para recibir, sólo para expeler. Su membrana es delicada, se desgarra con facilidad y carece de protección contra agentes externos que pudieran infectarlo. El miembro que penetra al ano lo lastima severamente pudiendo causar sangrados e infecciones”, se explicaba en el texto.
De esta manera se resaltó que un informe del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA, los hombres que tienen sexo con otros hombres son los principales propagadores de enfermedades de transmisión sexual.
Con esto, la Arquidiócesis de México nos quiere demostrar que está por encima de cualquier institución de salud especializada en la sexualidad humana. Y nos quiere convencer sobre las bondades del ano, que según ellos, solo debe “expeler”, es decir, por el ano solo podemos defecar, nunca “recibir” nada, mucho menos un pene.
Según un estudio del “Journal of Sexual Medicine” que recomienda técnicas seguras para que las parejas heterosexuales o bien, homosexuales lo practiquen, asegura que por tratarse de un “esfínter muscular”, tiende a ofrecer resistencia, por lo cual a la hora de las relaciones recomienda la relajación corporal y sobre todo, el uso de lubricantes. También señala que la penetración debe realizarse suavemente. Y nos da la recomendación del uso del preservativo ya que la mucosa rectal es una “vía de entrada de virus y bacterias”. Asimismo, señala que después del coito anal, es mejor no penetrar la vagina a fin de no contaminar la zona íntima con flora bacteriana y si lo hace, debe usar un nuevo condón además de tener una adecuada higiene. El estudio dice que el sexo anal ofrece “grandes satisfacciones eróticas y sexuales” a todo tipo de parejas.
De manera perversa en este panfleto, el cardenal Norberto Rivera mezcla a las parejas del mismo sexo con el Sida y otras enfermedades.
“Más del 50 por ciento de las personas con atracción al mismo sexo que sostienen relaciones sexuales contraerán algún tipo de enfermedad de transmisión sexual: VIH, herpes, papiloma humano, sífilis, gonorrea, etc.”, señala el texto y añade: “Se convierte en un problema de salud pública porque una parte importante de personas homosexuales reconoce tener adicción al sexo, e inclinación hacia un estilo de vida promiscuo”.
Este texto es un claro ejemplo de discriminación. No solo promueven el odio contra los homosexuales, sino que los difaman con mentiras, medias verdades y manipulaciones sin ningún sustento médico.
Decir que una “parte importante” de homosexuales son “adictos al sexo” es generar un concepto equivocado en la sociedad para generar la animadversión contra el matrimonio igualitario.
“La Iglesia no odia a los homosexuales, los ama, y sufre si ellos sufren, por eso se opone el ‘matrimonio igualitario’, porque quienes participan en este tipo de unión tienen una altísima probabilidad de sufrir los daños enumerados anteriormente…. La Iglesia se opone (al matrimonio igualitario) porque no quiere que nadie sufra los daños que este tipo de unión suele provocar: daños a la salud espiritual, psicológica y física. Consideremos en este número el daño a la salud física”.
Apelar a la “salud física” para demonizar el matrimonio igualitario es un golpe bajo de la jerarquía católica que se muestra desesperada y dispuesta a todo, incluso a difundir mentiras e incitar al odio, con tal de evitar el avance de la modernidad.
Finalmente dicho texto ya no se encuentra disponible en el portal, sin embargo, en redes sociales circula parte de la publicación que ha generado gran polémica en Internet:
Fuente: Vanguardia