Ciudad de México.- Sobrino nieto de Francisco I. Madero, empresario multimillonario y amigo de Carlos Salinas de Gortari, Alfonso Romo forma parte del círculo más cercano del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
Es el coordinador de la Oficina de la Presidencia de la República, pero es sabido que desde la campaña electoral se ha venido desempeñando como un puente entre el político tabasqueño y los grandes empresarios. Promotor de la candidatura de Vicente Fox en el año 2000 y opositor de AMLO en 2006, no fue sino hasta 2018 cuando Romo se decidió a apoyar a López Obrador abiertamente.
Romo apoyó al político tabasqueño porque, según sus palabras, encargó a una empresa una “evaluación” sobre AMLO. “Vamos a hacer un estudio como si fuéramos a comprar un negocio”, sostuvo Romo para explicar por qué tomó la decisión de respaldar a AMLO. Así, la “buena gestión” de López Obrador como jefe de gobierno de la Ciudad de México llevó a Romo a convertirse en uno de los principales operadores de campaña de AMLO junto con Tatiana Clouthier, organizando encuentros entre López Obrador y los grandes empresarios de México.
Aunque en 2006 Romo apoyó la campaña de propaganda que calificaba a López Obrador como un “peligro para México”, durante la campaña electoral de 2018 el empresario regiomontano se dedicó a convencer a sus pares de que AMLO era la mejor opción para México. Convencido de las políticas de libre mercado, Romo se define a sí mismo como un integrante “converso” de la “mafia del poder”.
Para varios analistas políticos, Romo representa el ala derecha del gobierno de López Obrador. Fue Romo el que expresó que había que hacer de México “un paraíso para la inversión”, una declaración que no dista mucho de los principios del neoliberalismo que, de acuerdo con AMLO, han sumido a México en una grave crisis. La de Romo es más bien una apuesta reformista.
El problema de México para el empresario regiomontano pareciera no ser tanto de fondo, sino de forma. A diferencia de López Obrador, Romo no ha lanzado una sola crítica contra el neoliberalismo. Por el contrario, en varias ocasiones ha defendido principios y proyectos fuertemente criticados por las bases del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
Romo nunca se pronunció a favor de la cancelar la construcción del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México, incluso se declaró dispuesto a lanzar una licitación pública para concesionarlo a la iniciativa privada. Llegó a afirmar que la reforma energética de Enrique Peña Nieto “funcionaba bien” que, en su opinión, no había por qué hacer cambios a la Constitución mexicana para revertir la privatización