Morelia, Michoacán. – La Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, anunció el pasado tres de enero el inicio de la construcción de una alberca olímpica, en las instalaciones de Ciudad Universitaria.
Se dio a conocer que la inversión será de poco más de 32 millones de pesos, pero solo para su primera etapa, se tiene presupuestado que la totalidad de la obra se concluirá antes de que termine la presente administración nicolaíta, además se señaló que esta obra se construye con ingresos propios.
La rectora Yarabí Ávila mostró su satisfacción por esta acción, ya que esta edificación formará parte de la historia de la Máxima Casa de Estudios: “Creemos en el deporte como una forma de seguir transformando la vida de muchas y muchos de nuestros estudiantes y donde preferimos que estén realizando deporte a que estén en otras actividades que no construyen un mejor futuro”.
Asimismo, indicó que esta obra es una gran oportunidad de crecimiento, ya que se prevé la creación de una Licenciatura en Ciencias del Deporte.
En tanto, el Sindicato Único de Empleados de la Universidad Michoacana, manifestó su postura en torno al anuncio del inicio de la construcción de la alberca olímpica, donde cuestionaron que, ¿para qué requiere la Universidad Michoacana una alberca olímpica?, dejando en claro que el Colegio de San Nicolás, tiene ópticas diferentes en lo que se refiere a las necesidades de la rectoría.
Apuntando que las necesidades de los trabajadores quedan en segundo plano, ya que el pasado diciembre, el tesorero nicolaita omitió su responsabilidad de realizar las gestiones pertinentes para la obtención de los recursos necesarios para cumplir con los pagos de fin de año.
Finalmente, rechazaron la realización de la mencionada obra e indicaron que la UMSNH busca a toda costa gastar millones y millones en una alberca que no requieren los universitarios y que, además, serán muy pocos los que tengan acceso a la misma.
Caso Escuela Secundaria “Carrillo Puerto”
En un comunicado de prensa, la UMSNH, dio a conocer la postura de estudiantes y trabajadores del Colegio de San Nicolás, sobre la ocupación de la Secundaria Felipe Carrillo Puerto, donde señalan: “Todos tenemos derecho a la educación, y el edificio nos pertenece a nosotros”.
Los integrantes de esta institución, insisten en que el edificio anexo sea utilizado para ampliar las aulas, puesto que en este momento se encuentran “codo con codo” recibiendo clases, y otros más tienen que acudir los sábados para cumplir con el programa educativo.
Asimismo, en la preparatoria dependiente de la Universidad Michoacana se tiene una matrícula de casi dos mil adolescentes, tanto estudiantes como profesores y profesoras han manifestado la necesidad de que se habiliten más espacios para que el servicio sea digno.
“Estamos encimados, tenemos que correr de un salón a otro, y muchas veces, los que van en quinto año tienen que venir el fin de semana para recibir sus trayectorias en los últimos semestres. Aquí vienen estudiantes de escasos recursos y aparte de que se tienen que dejar de hacer cosas en fin de semana, se tiene que hacer un gasto más para cumplir con las clases porque no hay salones en el transcurso de la semana”, reclaman los estudiantes.
Los propios alumnos de la institución, solicitaron a la Universidad Michoacana que una vez que sea recuperado sea habilitado para que se pueda hacer una mejor distribución de aulas, en donde las y los alumnos puedan recibir clases de manera digna.
En relación con este tema, el Sindicato, también fijó su postura, en lo que se refiere al conflicto con la Secundaria Popular Felipe Carrillo Puerto, reclamando que mientras el Colegio de San Nicolás se desmorona a pedazos, la rectora persiste en arrebatar un espacio diminuto a la Secundaria Popular “Felipe Carrillo Puerto”.
Sobre la prórroga de desalojo del espacio que ocupa la secundaria popular, agregaron que eso no convierte a la UMSNH en humanista, ya que solamente se aletarga la agonía de la noble institución, de la que, además, no se trata de una escuela particular como pretenden engañar a la opinión pública, sino de una instancia que brinda educación a jóvenes de escasos recursos, sin recibir un solo centavo del estado.
Jaime Sánchez