Según documentos difundidos por el Movimiento Ciudadano en Defensa de la Loma (MCDL), hace ya más de 13 años (2005) se habló por primera vez del proyecto de un “Megapuente” que conectaría el área comercial de Las Américas y los antiguos ejidos de Ocolusen con el desarrollo urbano llamado “Altozano”. Desde entonces el área que se buscaba afectar para construir dicho proyecto era el Área Natural Protegida (ANP) de la Loma de Santa María.
Al paso de los años, se planteó un segundo modelo (2007) donde se buscaba ahora realizar ya no un puente sino un “Megatúnel” el cual, de igual manera, implicaba el deterioro del ANP de la Loma de Santa María. Para el año 2010 surgió otro proyecto “maravilloso” llamado “Altozano-Ocolusen” el cual buscaba realizar dos puentes y dos túneles, pero con la novedad de que ya había un cambio en el Área Natural Protegida, se habría reclasificando en Zona de Restauración y Protección Ambiental (ZRPA), propuesta que fue cobijada en el 2012 bajo el proyecto del “Libramiento Sur”, mismo proyecto que llegó con Enrique Peña Nieto y el delegado en Michoacán de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, Florentino Coalla Pulido, siendo presidente de Morelia Wilfrido Lázaro Medina y gobernador de Michoacán, Fausto Vallejo Figueroa.
La ejecución del proyecto se vio acompañada de una serie de protestas ciudadanas y de ejidatarios que bloquearon por meses el arranque de la obra. De igual forma se vertieron formales y técnicas opiniones en contra del proyecto por parte de expertos académicos y reconocidos investigadores, tanto de las áreas de Ciencias Naturales como de las áreas de ingeniería, todos estos reconocidos a nivel nacional y otras a nivel internacional. Dentro de los problemas detectados se encuentra que el proyecto se contempló sobre el paso de una falla geológica que atraviesa la Loma de Santa María, según información que se encontraba disponible en la propia página del Ayuntamiento de Morelia (Atlas de Riesgo de Morelia) y pese a ello se ejecutó la obra del túnel, así como el uso de explosivos para la perforación del “Ramal Camelinas”.
El informe final del Estudio Geológico – Geotécnico del Proyecto Ramal Camelinas del Libramiento Sur elaborado en junio de 2012 por la Facultad de Ingeniería perteneciente a la División de Ingeniería de Ciencias de la Tierra de la Universidad Autónoma de México (UNAM), considera que el tramo final del Túnel II es una zona problemática que tiene influencia importante con la inestabilidad potencial de la ladera La Paloma. En el caso del Portal de Salida del Túnel II se destaca que no existen los estudios suficientes (al igual que en el caso del Túnel I) como lo son el “Estudio geológico y geotécnico más detallado de esta zona de la ladera, abarcando toda el área de los deslizamientos Ocolusen”, la realización de perforaciones de investigación que ayuden a complementar la información del área a afectar, pero lo más importante es que no existió un “estudio de riesgo sísmico específico de la zona”.
Como conclusión de los trabajos de investigación y análisis desarrollados por la UNAM en la zona del portal de salida de la obra, los investigadores detallan que “ponen en evidencia la inestabilidad natural de toda la ladera y donde actualmente ya existen los deslizamientos antiguos de Ocolusen”. Asimismo agregan a sus conclusiones que “Es difícil establecer cuando podría producirse nuevamente un deslizamiento en la zona Ocolusen, ya sea en la zona donde se proyecta el portal del Túnel II o donde se localiza el “troquel” de roca ubicado inmediatamente al poniente, sin embargo las condiciones naturales encontradas en el desarrollo de este estudio indican que en la zona de roca relajada de la parte superior de la ladera y el propio depósito de deslizamiento antiguo conllevan un alto riesgo”.
El exhorto realizado a la SCT, al Gobierno de Michoacán y al Ayuntamiento de Morelia (todos de extracción priista) el 7 de junio de 2013 por el Congreso de Michoacán en contra del proyecto “Ramal Camelinas”; el exhorto realizado el 2 de diciembre de 2014 para CANCELAR DEFINITIVAMENTE LA CONSTRUCCIÓN DEL LIBRAMIENTO SUR de Morelia realizado a Enrique Peña Nieto, Salvador Jara Guerrero y Wilfrido Lázaro Medina por parte de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión; la Recomendación 093 emitida en abril de 2013 por el Consejo Estatal de Ecología (COEECO) del Estado de Michoacán que recomienda suspender los trabajos de construcción del Proyecto denominado Segunda Etapa del Libramiento Sur de Morelia, Ramal Camelinas; el dictamen emitido por el Tribunal Latinoamericano del Agua (TLA) donde recomienda a Alfonso Martínez Alcázar, Silvano Aureoles Conejo, a los titulares de la SCT, CNA y SEMARNAT “la cancelación de todo proyecto vial y de construcción que se sitúe y/ o cruce el Área Natura! Protegida (la Loma de Santa María) y Depresiones Aledañas del Parque Ecológico Francisco Zarco, Zona Protectora Forestal Vedada de la cuenca del Rio Chiquito”; así como las múltiples observaciones realizadas por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) desde 2015 y hasta 2016 donde se detectaros diversas irregularidades y violaciones a la Ley de Obras Públicas, la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, Reglamento de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria; no fueron elementos suficientes para detener la construcción y devastación de la Loma de Santa María.
De igual forma, el 4 de noviembre de 2016 Moctezuma Madrigal, vocero del Movimiento Ciudadano en Defensa de la Loma (MCDL) afirmó que el Grupo de trabajo sobre la “Cuestión de los Derechos Humanos y las empresas Transnacionales y otras Empresas” de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) lanzaría una resolución en contra del proyecto “Segunda etapa del Libramiento Sur, tramo Ramal Camelinas”.
El 16 de febrero de 2017 se dio a conocer un estudio elaborado por el Centro en Michoacán del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) donde se afirma categóricamente que cualquier obra en la zona del portal de salida del Túnel II del Ramal Camelinas afectaría un Monumento Histórico y por tanto se violaría la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos.
El 20 de julio de 2017 el vocero del MCDL declaró para medios locales que las empresas que llevaron a cabo este proyecto del Ramal Camelinas son Proacon y Aldesa, responsables del Paso Express donde a tres meses de su inauguración se abrió un socavón que costó la vida de un padre y su hijo. En ese mismo tenor añadió que las denuncias hechas por la ciudadanía alertando de que existía deficiencias en el Paso Exprés fueron ignoradas por las autoridades, lo mismo, indicaron, sucede con Ramal Camelinas.
Martínez Alcázar, Silvano Aureoles y Florentino Coalla, tras la derrota de sus candidatos y candidaturas el pasado 1 de julio de 2018, optaron por no inaugurar la obra; pese a que el mismo Martínez Alcázar ya había hasta llevado mariachis para celebrar la terminación de la obra el 24 de octubre de 2017.
Sin importarle todos los diagnósticos ecológicos y geológicos en contra de la ejecución de esta obra, Silvano Aureoles visitó el tunel el pasado 17 de septiembre de 2018, y ahí mismo, acompañado de Florentino Coalla, sostuvo que: “Expresar mi satisfacción de que estemos a punto de concluir esta acción que lleva ya muchos años y ha requerido de la participación de mucha gente. También reconocemos el trabajo que se hizo a través de las secretarías del Medio Ambiente para poder sacar los permisos y las manifestaciones de impacto ambiental que están estrictamente ajustadas a lo que establece la ley y a los estudios correspondientes”.
Todavía a finales del pasado mes de septiembre de 2018, en una carta enviada al Ayuntamiento de Morelia, que preside Raúl Morón Orozco, los encargados del orden de las colonias Ejidal Ocolusen, Los Periodistas, Jardines del Rincón y San Antonio de San Miguel de Iglesias, así como los directores de las escuelas Secundaria Técnica 77, UNID, Primaria Jesús Álvarez Constantino, Colegio Herbart y el Conservatorio de las Rosas, insinúan que existen intereses empresariales y financieros de parte de la Administración, si ésta decide recibir el túnel del Ramal Camelinas, pues dicen que antes de beneficiar a la población moreliana, estaría privilegiando la plusvalía de grupo FAME (campo de golf y plaza Altozano).
Según los firmantes del documento, el proyecto del Ramal Camelinas comprende además del túnel que inicia en la colonia Ejidal Ocolusen y termina en Santa María, la construcción de un puente que iría de la calle Baltasar Echave hasta la Avenida Camelinas a la altura del túnel, cuya finalidad es decrementar el tráfico que se generará en el Ramal y así reducir la posibilidad de accidentes de miles de alumnos de las escuelas mencionadas. Por lo anterior, los antes citados exigieron a Raúl Morón no recibir el Ramal Camelinas hasta que el puente que comunica a su entrada se construya, ya que a decir de los firmantes la apertura del túnel pone en peligro la vida de los estudiantes y vecinos que diariamente transitan por el lugar, ante el descuido de los automovilistas.
Además del impacto ecológico e hidrológico que ya se causó por la construcción de la obra, los más mil millones de pesos de “inversión” (de los cuales inicialmente se habrían presupuestado 800 millones para el Ramal y al final su costo fue superior por 345 millones de pesos más, mismos que “se perdieron entre la SCT, las constructora Rimsa y Tradeco” como afirmó el MCDL), la contaminación que se generará en la Zona Natural Protegida por la circulación de los vehículos y los casi dos millones de pesos anuales que costará darle mantenimiento a la obra; aún está latente el riesgo de que en cualquier momento, o en un sismo, puedan colapsar las construcciones cobrando vidas humanas como ya se tiene antecedente.
Finalmente, después de que Raúl Moron, en su calidad de presidente municipal de Morelia, se haya negado a recibir la polémica obra, este 12 de octubre se dio a conocer que será Silvano Aureoles Conejo quien si reciba la obra de manos de los funcionarios de Enrique Peña Nieto y asuma los casi dos millones de pesos de costos de operación, así como los riesgos que la misma conlleva.
Dicho lo anterior, queda abierta la pregunta a nuestros lectores: ¿Por qué avanzó el Ramal Camelinas Morelia si fue reprobado por UNAM, ONU, INAH, COEECO, ASF, TLA y Diputados?