Múgica, Michoacán.- Noventa y cuatro años del asesinato de Emiliano Zapata se cumplían aquel 10 de abril de 2013, día en que una camioneta de limoneros fue atacada por un grupo criminal en Apatzingán, Michoacán, dejando, según datos oficiales, 14 muertos y 16 heridos. Esta cifra se contrapone con la de los pobladores, quienes aseguran, hubo más de 30 fallecidos.
La camioneta había salido de La Ruana, perteneciente al municipio de Buenavista, para dirigirse al acto cívico por el aniversario luctuoso de Emiliano Zapata en Cuatro Caminos.
Debido a las dificultades a las que se enfrentaban los jornaleros al no poder colocar el limón que cosechaban, por al veto que había establecido el cartel de Los Caballeros Templarios, pidieron hablar con Jesús Reyna, el entonces secretario de Gobierno, para demandar garantías para el corte de la fruta.
En el lugar, los campesinos también hablaron con quien fuera diputado del Partido de la Revolución Democrática (PRD) por el distrito de Coalcomán, Osbaldo Esquivel Lucatero. Cabe señalar, que cinco meses después fue asesinado en Morelia.
Posterior a esta reunión, los limoneros abordaron la camioneta en la que se habían trasladado. A pesar de ser escoltados por la Policía Federal, fueron emboscados en Apatzingán, frente al fraccionamiento Los Girasoles por un grupo de sujetos armados.
En Buenavista, pobladores aseguran que ese día, además de los campesinos, fallecieron mujeres y niños originarios de Oaxaca, quienes pedían a gritos, en su dialecto, que no dispararan.
Cinco años han transcurrido desde ese miércoles 10 de abril de 2013; cinco años de omisión por parte de las autoridades, sin dar con los responsables de esta masacre y sin lograr garantizar la seguridad a pobladores de Tierra Caliente, una de las zonas más violentadas del estado.