Especiales Monitor Expresso
“Quien fuere capaz de resolver los problemas del agua, será merecedor de dos premios Nobel, uno por la paz y otro por la ciencia”.
John F. Kennedy, presidente de Estados Unidos
En la tenencia Ignacio López Rayón conocido como “La Coyota” de esta demarcación del oriente de Michoacán está gestándose un peligroso conflicto social por el control y uso del agua, a lo largo y ancho de esta localidad se vive un clima de tensa calma, combinado con incertidumbre, irritación e impotencia, ante el establecimiento de una finca de grandes proporciones del senador priísta José Ascención Orihuela Bárcenas, dedicada a la producción de arándanos y zarzamoras que consume grandes cantidades del vital líquido.
La historia comenzó hace un par años, cuando el también excandidato a la gubernatura del Estado adquirió una propiedad en la tenencia antes mencionada de aproximadamente 40 hectáreas, sin acatar usos y costumbres, a prácticamente nadie de las comunidades y ejidos les comentó sus planes, proyecto que algunos de sus allegados consultados por este medio dicen que prevé una inversión cercana a 300 millones de pesos.
Sigilosa y rápidamente empezaron los trabajos para la creación de “La Finca” una de las huertas más grandes de la región y de Michoacán en la producción de arándano y zarzamora, misma que de acuerdo con expertos en la materia, en cada hectárea pueden sembrarse entre 70 mil y 80 mil plantas de arándano, con una producción de cada una de ellas de seis kilogramos al año.
Todo parecería indicar que existen planes para que el también expresidente municipal de Zitácuaro destine la mayor parte de la superficie a la producción de arándano, por lo que se estaría sembrando un promedio de 300 mil plantas que consumirían un litro de agua tres veces al día, haciendo un total de 900 mil litros del vital líquido cada 24 horas.
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Contemplando dicha necesidad fueron construidas dos ollas, la más grande de 100 por 100 metros y de una profundidad desconocida. Orihuela Bárcenas también dotó a la finca de una bomba de agua de gran capacidad.
Todas estas acciones se hicieron al margen de comunidades y ejidos y al amparo de una presunta concesión para abastecimiento de agua por parte de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Una vez que la población de la localidad tuvo conocimiento de la magnitud de la obra y sobre todo de las grandes cantidades de agua que demandaría la producción de arándano, empezaron los brotes de inconformidad.
La jefatura de tenencia, comisarios ejidales y encargados del orden convocaron al senador para explicar los alcances de sus proyectos.
De cinco invitaciones que se le formularon, sólo a una acudió y lo hizo porque a las puertas de su propiedad se congregaron unas 500 personas enardecidas con la demanda de que no utilizara agua que pertenece a las comunidades y ejidos.
Esa expresión de descontento se registró en la primera semana de febrero pasado y algunos testigos de la misma confiaron a este medio que fue incendiada y destruida la bomba de agua del legislador priista.
Sin perder los estribos, Orihuela Bárcenas entabló negociaciones con representantes de las localidades de la Mora, Florida, mesas de Enandio, La Cortina, Los Reyes, Las majadas y Coyota.
El también exdiputado federal se habría comprometió a no utilizar el agua que corre de La Cortina hasta La Mora y Florida, en Jungapeo, por un ducto de unos 25 kilómetros de extensión. Algunos de los participantes comentaron a Monitor Expresso que Orihuela Bárcenas presentó un permiso para hacer uso del agua de la delegación de Conagua en el estado de Morelos.
“Pues que le manden desde Morelos el agua para el riego de sus plantas”, le gritaron varios de los participantes.
El brote de inconformidad terminó una vez que el representante de Conagua en las negociaciones aseguró que el agua que corre por el canal distribuidor que arranca en La Cortina no sería utilizada por el senador.
Otro punto que también detonó el conflicto fue la clausura, de parte del legislador, de un camino real que une directamente a la comunidad de la cortina con la jefatura de tenencia Ignacio López Rayón, donde hay un par de escuelas de educación básica.
Orihuela Bárcenas la cerró con el argumento de que sus cultivos de arándano podrían ser dañados por las personas que utilizan la vía, sobre todos estudiantes.
Los defensores del legislador sostienen que el senador no está causando afectaciones a la población de esa tenencia, más bien –destacan- generará desarrollo y empleo. Sin embargo versiones de pobladores entrevistados para este reportaje sólo laboran unas 50 personas de la comunidad en La Finca de Orihuela Bárcenas.
Una de las lideresas más firmes del movimiento contra las pretensiones de Orihuela Bárcenas comentó que en estos momentos la situación está en una calma tensa, pero que la población local tiene la certeza de que el senador sigue “robándose” el agua para sus cultivos. Agrega que lo estaría haciendo con una red de mangueras subterráneas conectadas a las dos ollas que construyó muy cerca del canal distribuidor.
“Vienen días muy difíciles para contar con el agua que requieren unas ocho mil personas que habitan en la tenencia, tanto para autoconsumo como para sus pequeñas huertas y parcelas. Si el senador extrae grandes cantidades del vital líquido la gente volverá a levantarse”.
Luego de un trago de café, advierte que en las tenencias de la mora y florida está la gente más aguerrida y que ésta sería las más afectada por la escasez del líquido, ya que son los últimos asentamientos que reciben abastecimiento por el canal que inicia en La Cortina de La Presa del bosque.
Por último, lamentó que ni las autoridades locales ni el gobierno del Estado hayan tomado cartas en el asunto. “solo mandan algunos policías para observar”, ¿qué ayuda es esa? cuestiona la señora.
Datos
En el primer trimestre de 2017, las ventas de arándano a Estados Unidos y Europa, principales mercados, registraron una fuerte caída.
El precio de venta promedio fue de 9.1 dólares por kilo, cifra que revela una caída de casi 20% en relación con el valor de la temporada pasada, cuando promedió 11.3 dólares por kilo.
Reino Unido y Holanda, los dos destinos más importantes dentro de Europa, también mostraron una baja en el precio.
Por ejemplo, en la isla británica el precio promedio cayó desde 6.82 por kilo en el ejercicio 2015-2016 hasta los 6.52 por kilo en la actual temporada, lo que revela un descenso de más de 8%.